Ashtanga Vinyasa Yoga – Mysore

Ashtanga Vinyasa Yoga: práctica dinámica, profunda y transformadora

El Ashtanga Vinyasa Yoga, desarrollado por Sri K. Pattabhi Jois, es un estilo de yoga dinámico que combina la respiración con el movimiento en una secuencia fija de posturas. Esta práctica no sólo se centra en las asanas (posturas), sino también en tres componentes esenciales: Drishti (punto de mirada), Bandhan (bloqueos energéticos) y Pranayama (control de la respiración). La integración de estos elementos ayuda a crear una práctica profunda y transformadora.

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Drishti (punto de mirada)

Drishti es el punto de mirada que se mantiene durante cada postura. Hay nueve drishtis diferentes en Ashtanga Yoga, cada uno asociado a una postura específica. Mantener a un drishti ayuda a concentrar la mente, mejorar el equilibrio y profundizar en la meditación durante la práctica.

Bandhas (bloqueos energéticos)

Los Bandhan son contracciones musculares que bloquean y dirigen la energía dentro del cuerpo. En Ashtanga Yoga, se trabajan principalmente tres bandhas:

Mula Bandha: Situado en la base de la columna, implica la contracción de los músculos del suelo pélvico.
Uddiyana Bandha: Ubicado en el área abdominal, implica la contracción y elevación del diafragma.
Jalandhara Bandha: Situado en la garganta, implica la contracción de la garganta con la barbilla ligeramente hacia abajo.

La integración de los bandhas en la práctica proporciona estabilidad física, dirige la energía interna y ayuda a mantener el calor corporal.

Pranayama (control de la respiración)

El Pranayama es el control de la respiración que se integra con el movimiento en el Ashtanga Vinyasa Yoga. La respiración Ujjayi es la técnica principalmente utilizada, que consiste en una respiración profunda y sonora a través de la nariz. La respiración Ujjayi:

Nadi Shodhana: purificar el alma y el cuerpo a través de la respiración

El Pranayama Nadi Shodhana, también conocido como la respiración alternada por las fosas nasales, es una técnica de respiración purificadora que se practica a menudo al final de las sesiones de Ashtanga Vinyasa Yoga. Esta práctica ayuda a equilibrar las energías del cuerpo y la mente, proporcionando una sensación de calma y serenidad preparándonos para la relajación final (savasana)